Capturar este momento donde converge una camada de caimanes bebé es poco común. Debido a la distancia que hay que tomar para que no se asusten y validar que la madre no está por los alreadedores, la tarea se convierte en una de mucha precaución.
Los chillidos de los caimanes bebé se escuchaban a lo lejos, por lo cual se pudieron descubrir para fotografiar.